Nuestro temor es que haya un énfasis exagerado en cuanto a la separación de algo. Son muchos los que usan esta palabra en un sentido totalmente negativo. Es como si comprendiesen la vida cristiana, como si consistiera en solamente despojarse de esto o de aquello. Sólo pueden recitar una larga lista de las cosas que no hacen. Si uno les pregunta acerca de la vida cristiana, responden que consiste en no bailar, no fumar, no tomar bebidas embriagantes, no jugar la lotería, y muchos otros “no”. Temo que tales personas han perdido su perspectiva espiritual, pues, lo de mayor importancia es el ser separado para algo. Permítame preguntarle: ¿para qué está usted separado? No le estoy preguntando: ¿de qué se ha separado usted? Lo importante es estar separado para algo. Permítame ilustrar lo que estoy diciendo, con una porción del Nuevo Testamento. En 1 Tesalonicenses 1:9, Pablo indica que los creyentes que vivían en Tesalónica, cuando aceptaron a Cristo como su Salvador ...